8 de enero de 2010

¡Comenzar de nuevo con ganas!



Después de unos días de fiestas navideñas en los que felizmente el descanso toma un mayor protagonismo, regresamos a nuestras actividades habituales: rutina, trabajo, deporte.

Aunque el ritmo de entrenamiento no haya sido el mismo durante estos días, para nuestro cerebro el entrenamiento sigue ahí. Ese es un riesgo. Es un riesgo reconocido por todos los corredores y, aun así, se asume en ocasiones de forma inconsciente.

Recomiendo retomar el entrenamiento atendiendo a los mensajes de nuestros músculos, tendones y articulaciones como grandes protagonistas y no con nuestra memoria (nos sentimos "igual que el último día que corrimos") como impulsora principal.

Es conveniente acentuar los estiramientos antes y después de los entrenamientos y hacer nuestro programa de carrera progresivo de manera que sea neutralizada la inactividad y, seguramente, el exceso de alimentación o irregular alimentación de estos días.

Tengo varias experiencias acumuladas al respecto. La peor, una lesión de la banda iliotibial que me tuvo 4 meses parado hace 4 años y me impidió entrenar.