24 de julio de 2010

El flautista de Hamelin, Michael Jordan o Phil Jackson ¿Con quien se queda?

Quisiera desarrollar una reflexión y para ello comienzo esta nueva entrada de mi blog situando en escena a tres personajes que representan tres perfiles diferentes:

-Un mago con dotes musicales
-Un deportista excepcional y triunfador
-Un entrenador reflexivo y estudioso

Le pido que siga adelante y continúe leyendo para conocer mi planteamiento. Supongamos que es usted un directivo con un equipo de personas a su cargo, con muchas responsabilidades, otras tantas preocupaciones y complejos retos por alcanzar. Necesita reforzar a su equipo, está en un entorno de crisis económica y financiera, la competencia aprieta y los resultados no llegan. Las cosas no son fáciles y la presión que puede llegar a sentir le incitará a solicitar ayuda de manera urgente, casi desesperada.
¿Cual de los perfiles representados por los personajes descritos más arriba querría que actuase para ofrecerle esa ansiada ayuda que refleja el guión planteado?

Supongamos que escoge la primera opción, representada por el protagonista de  El Flautista de Hamelin. No quisiera mediatizar esta primera elección pero, tal y como sucede en la famosa leyenda documentada por los Hermanos Grimm, las peticiones de ayuda desesperada le advierto que pueden acarrear consecuencias no deseadas si lo que aparece es una solución mágica, casi grotesca y no basada en el esfuerzo y tabajo en equipo. En dicho cuento, los prohombres de la ciudad ofrecen 100 monedas de oro a quien consiga erradicar una plaga de ratas que asolaba a los ciudadanos de Hamelin en 1.284 y ante la que nada habían podido hacer. Aparece un flautista que consigue el objetivo deseado simplemente tocando su flauta. Pero, tan rápida y sencilla llegó la solución que no fue valorada como debía y no recibió el pago esperado ¿Se acuerda del precio pagado por los ciudadanos de Hamelin....? A nivel empresarial sabemos por experiencia que las soluciones aparantemente "mágicas" se constituyen en música para los oídos en momentos en los que se desean respuestas. Pero estas soluciones no permiten valorar el trabajo realizado para conseguirlas.

Supongamos ahora que decide que la segunda opción es la idónea y que el perfil ideal de solución  a sus problemas lo representa una figura similar a la de un deportista excepcional y triunfador, Michael Jordan, uno de los mejores jugadores de Basket de la historia. Los aficionados al basket (yo soy uno de ellos) han sido testigos de casos como este en los que un jugador asume un rol protagonista y resuelve en momentos de extrema tensión y necesidad para el equipo. Este era el caso de Michael Jordan quien, con los Bulls de Chicago, ganó seis anillos de la NBA. Jordan ganó y jugó en equipo pero sólo él sabía lo que haría en las situaciones límite y, finalmente, los problemas en el vestuario con algunos compañeros dejaron heridas abiertas. Aunque tuvo un fugaz reencuentro con las canchas, Jordan se retiró en 1.999. Tras su retirada el equipo siguió adelante pero el desgaste de haber "disfrutado" de un integrante tan excepcional fue trágico y los Chicago Bulls, casi 12 años después, sólo han conseguido llegar a la primera ronda de eliminatorias en cinco ocasiones, sin pasar de ahí. Si usted busca una solución de largo plazo quizás este tipo de "triunfador" no le convenza y no quiera este protagonista porque si un día se va, se jubila o sencillamente se aburre, su estructura organizacional será demasiado vulnerable.

Y, por fin, le ofrezco la tercera opción, Phil Jackson, entrenador de la NBA con un bien ganado apodo de el Maestro Zen. Revisemos la siguiente información:
Phil Jackson + Michael Jordan     =  6 anillos
Phil Jackson + Shaquille O´Neal   = 3 anillos
Phil Jackson + Kobe Bryant         = 2 anillos
Michael, Shaquille y Kobe coinciden en un punto, ninguno de ellos logró ganar un título de la NBA hasta que el coach Phil Jackson llegó a sus equipos y a sus vidas. Phil tiene 64 años, ha gando 11 anillos y posiblemente gane más en la medida en la que quiera seguir entrenando. Su filosofía es aglutinar un equipo y conseguir que cada uno de sus integrantes se sienta protagonista de la labor que realizar para lograr los objetivos. Es fácil concluir que si Phil  hubiera seguido en los Bulls tras la marcha de Jordan tampoco este equipo habría obtenido el triunfo. Es verdad, pero la habilidad de este entrenador ha sido construir un equipo alrededor de algunos jugadores excepcionales y saber manejar las múltiples situaciones de tensión que personalidades tan fuertes generan en el roce con los demás (Maestro Zen.....)

Voy concluyendo esta reflexión reconociendo que no existe la solución ideal, pero sí podemos concluir que las organizaciones no necesitan "todistas"
- ¡No envíes nada sin que yo lo vea!
no necesitan tampoco ejecutivos que "jueguen solos"
- ¡Prefiero hacerlo yo!
ni ciertamente necesitan magos que nos ofrezcan soluciones imprevistas que no garanticen sostenibilidad de los modelos
-¡Tu dejame a mi que se lo que hago!
Aunque no existen muchos Jordan en esta vida, cualquier especialista en Desarrollo por Competencias nos ratificará que existen perfiles competenciales y personales similares al de estas estrellas, que estos casos son pocos y que generan un desgaste muy importante en los equipos/organizaciones.
Un líder de una organización, sea el nivel de liderazgo que ostenta el que sea, debe forzosamente reflexionar acerca de la conveniencia de mantener perfiles como estos. La labor representada por el mítico Phil Jackson es más bien la del líder que aglutina personalidades y enfoca esfuerzos y ambiciones. Sobredosis de Inteligencia Emocional.....
La solución pasa por la planificación, por la búsqueda del trabajo en equipo, por la formación de muchos talentos y no por la entrega de la "pelota" a un único talento. Espere los triunfos en el mediano o largo plazo, pero garantice que cuando éstos lleguen serán constantes y sostenibles. T. Edison dijo en una ocasión que "el genio es un diez por ciento de inspiración y un noventa por ciento de transpiración" y Pablo Picasso dijo "trabajo 24 horas, es la única manera que aproveche la inspiración cuando llega".
Apueste por un equipo conjuntado y uniforme, basado en una cultura compartida de esfuerzo sincero y constante. Trabaje, en fin, para afrontar su situación sin esperar magia, inspiración o milagros......

Raul Baltar