29 de septiembre de 2013

Un viernes entre amigos.......

El pasado viernes fue muy especial en mi corta estancia en Madrid. Mi hija mayor, María, celebraba sus 17 años inmersa ya en su último año de colegio y preparándose para decidir su próximo paso académico y, de esa manera, ir perfilando su futuro profesional. En una época en la que la información abunda quizás es aún más complicado decidir "a que se quiere dedicar uno" en el futuro. Y quizás esta generación en la que está mi hija no piensa tanto en el "qué" quieren hacer, sino mucho más en el "cómo" lo quieren y cómo quieren vivir.
Por otra parte, también el viernes se celebraba la presentación de mi libro en la versión española editada por mis buenos amigos Susana Garrido y Gonzalo Suárez de Algón Editores. El generoso anfitrión de este encuentro fue el IE Business School en Madrid. 




La presentación estuvo a cargo de Gonzalo Suárez y de Chema Martínez, con la moderación del profesor Joaquín Uribarri. Un lujo de mesa y un privilegio los comentarios que todos hicieron sobre el libro. Joaquín comenzaba comentando que El arte de ser humano (en la empresa) es un libro de fácil lectura, temática de gran interés e incluso destacaba que alguna de las citas del libro, como la de "Doce hombres sin piedad", son utilizadas en algunos programas del Instituto de Empresa como ejemplo de las diversas actitudes de los ejecutivos. Gonzalo, gran financiero, emprendedor e intelectual, hablaba de que el libro "es una deliciosa provocación" e invita a la reflexión en muchas de sus frases. Chema, amigo entrañable, hablaba de la coherencia entre lo que había leído en el libro y su experiencia en el contacto con la organización en la que tengo el honor de trabajar, el Banco Exterior.

Tuve la ocasión de hacer una pequeña presentación en la que comencé hablando acerca de la transformación de los estilos de gerencia. Comencé con el original JP Morgan de comienzos del siglo XX, pasando por los tenebrosos años 80 representados magistralmente por G. Gekko en el clásico de Oliver Stone (Wall Street) y, finalmente, mencionando al alternativo C. Felber con su economía del bien común y su apuesta hacia lo que el denomina la banca democrática.

Los estilos de gerencia (personales) sin duda van marcando las distintas épocas en las que cada uno desarrolla su carrera profesional. La pregunta que planteo en la presentación, como reflejo del libro, es si las empresas, y las personas, están preparadas para desarrollarse en un entorno que cambia a gran velocidad. Quizás la sencillez es un argumento muy importante a la hora de establecer propósitos claros para todos.

La transparencia y la ética son fundamentales para crear los espacios adecuados para la instalación de una cultura de la innovación y también para el desarrollo profesional de las personas quienes, en ese espacio, deben sacar lo mejor que tienen para aplicar sus competencias al interés general de la organización. En definitiva comparto con usted en mi blog algunas pinceladas de lo debatido en la presentación.
Siguen llegando nuevas generaciones al mundo universitario y al mundo laboral. Es entonces el momento de trabajar con el foco establecido en creer en lo que uno hace, más que el objetivo puesto en crecer y crecer y crecer. Es el momento de recuperar lo mejor de las personas para que la generación como la de mi hija María, que ya está tocando la puerta con timidez, sienta un estímulo que le lleve a entender que la pasión y la felicidad son posibles en el trabajo.


Raúl Baltar


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