18 de diciembre de 2013

¿ Se trata de un jefe ..... o un Kaiju ?

Se acaba de celebrar la CADE Ejecutivos de Perú en su edición número 51. En esta ocasión la anfitriona del congreso ha sido la mágica ciudad de Paracas. He tenido la oportunidad de asistir a alguno de los congresos anteriores durante mi estancia en Perú y desde entonces siempre sigo en la distancia los resultados de las conferencias y los análisis correspondientes.



Precisamente hace unos días, regresando en LAN camino a Venezuela, me ofrecieron la lectura de la interesante revista peruana Semana Económica y ahí me encontré un muy completo resumen de las distintas ponencias y del ambiente vivido en esta CADE. Los ponentes fueron profesionales y empresarios de la talla de Eduardo Hochschild (Hochschild Mining), de Angel Añaños (Ajegroup), de Eduardo Torres Llosa (BBVA Continental) y de Carlos Rodríguez Pastor (Intercorp) entre otros. Siento una gran admiración por todos ellos, a los que conozco personalmente, y quiero referirme especialmente al caso de Rodríguez Pastor. Este empresario es conocido en el mundo de los negocios peruano como CRP y está demostrando en los últimos años que se puede crecer, hacerlo de forma diversificada y sobre la base de valores como son:

  • La transparencia
  • El espíritu de superación
  • El trabajo en equipo
  • La humildad

En su discurso, Rodríguez Pastor hablaba de cuatro factores clave a añadir a los valores como son: la visión, cuidar a los colaboradores de la empresa, la innovación y la ejecución de proyectos. Terminaba su intervención animando a la audiencia a sustituir el "Sí, pero...." por el "Sí Perú...." Me sonó a música celestial y me pareció magistral porque, mire usted por donde, precisamente hace unos días venía pensando en escribir acerca de los especialistas en utilizar el "pero" como excusa para no abandonar la zona de confort y también de los entusiastas en eliminarlo de sus comunicaciones.

La palabra "pero" es una conjunción adversativa bastante utilizada en las conversaciones diarias de cualquiera de nosotros. La definición del diccionario de la Real Academia de la Lengua de este término es:
1. conj. advers. U. para contraponer a un concepto otro diverso o ampliativo del anterior. El dinero hace ricos a los hombres, pero no dichosos. Le injurié con efecto, pero él primero me había injuriado a mí.
Esta conjunción existe. No se puede hacer nada al respecto. Lo que ocurre es que se ha convertido en una de las más eficientes armas usadas para desinflar la ilusión, limitar la innovación y apagar la pasión por hacer cosas diferentes. Es cierto que en algunas ocasiones no se pretende destruir nada aunque, en ese caso, será la falta de sentido de la oportunidad la que no ayuda a quien se expresa. El gran Miguel de Unamuno decía que hay gentes tan llenas de sentido común que no les queda el más pequeño rincón para el sentido propio y quizás a veces nos dejamos llevar por el "yo siempre he hablado así" sin entender que se generan efectos impresionantes (no siempre positivos) por nuestra forma de comunicarnos. En fin, la semántica es importante. Yo siempre lo digo.

Veamos. ¿Se ha sentado más de una ocasión con un jefe? Considere jefe a los efectos de este post a todo aquel que, por ejemplo, entiende que tiene la capacidad de juzgar algo que usted ha hecho o no ha hecho. ¿Porqué tiene esa capacidad? Sencillamente "alguien" se la otorgó en la organización. Quizás incluso, una vez otorgada con un cierto criterio, esa capacidad fue mutando y desarrollandose hasta convertirse en una suerte de monstruo similar a los "dirigidos" por Guillermo del Toro en Pacific Rim y que responden al dudosamente elegante nombre de Kaijus. ¿Sabe cual es la finalidad última de los Kaijus? Eliminar la civilización sobre la Tierra. Tampoco vengo a referirme que algunos jefes tengan esa maquiavélica y destructiva intención, no al menos de forma consciente. En todo caso, la capacidad de juzgar es algo muy delicado, pues muchas cosas están en juego tras esa actitud. Si usted ha leído El Proceso de Franz Kafka, seguro que ha pasado por las sensaciones que todos hemos tenido con la lectura de las desgracias que le ocurren al protagonista, Josef K (por cierto empleado bancario como un servidor). Angustia, desesperación, impotencia, temor. En ese sentido lo más negativo es la sensación que tienen algunos profesionales de vivir un absurdo cuando el Jefe/Kaiju se empeña en destruir lo que costó tanto trabajo construir. Es esencial para una organización que los que utilizan el "pero" como parte de su lenguaje habitual no sean:
 
  • Personas negativas
  • Personas reacias a los cambios
  • Quienes quieren demostrar que siempre saben más
  • Gente que vive en su Spa personal de zona de confort
     
Ya que la actitud de las anteriores tribus no es la adecuada, al menos absténganse de utilizar de forma incorrecta la semántica.
 
Una buena fórmula para no pronunciar tanto el "pero" es, sencillamente, escuchar más y hablar menos. Escuchar, reflexionar y debatir son características del nuevo liderazgo y elementos que favorecen que un colaborador se anime a contarnos su librillo particular que, en muchas ocasiones, tiene un vocabulario mucho más rico que "pero, pero, pero, pero......"
 
Sin duda la curiosidad ayuda a dejarse sorprender y ello puede develar mundos más allá del "Sí, pero......"
 

Raúl Baltar



4 comentarios:

  1. Una manera de contrarrestarlas las ideas de otros.

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  2. Raúl, identificada con tu post y totalmente de acuerdo con que el "pero" es castrante y contrario a las ideas que puedan surgir en cualquier ámbito. En su lugar, el uso de la escucha es el elemento catalizador y conductor para la fluidez. Gracias :-)
    Belkis Oropeza

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  3. Excelente Artículo estimado Raúl.

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  4. Excelente artículo, creo en los debates y en la diversidad de las ideas. Los jefes que lo sabían todo (gurú) ya no tienen cabida en la era del conocimiento. Escuchar es un Arte.

    Gracias por la disposición de compartir este artículo están interesante.

    Saludos.

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