26 de diciembre de 2013

¿Seguir invirtiendo….?

En estos tiempos de crisis económica generalizada y tipos de interés tan reducidos se habla, con una cierta frecuencia, del concepto que desarrolla John Maynard Keynes en su Teoría General acerca de lo que se denomina la trampa de la liquidez. Recomiendo escuchen y vean la explicación del profesor Xavier Sala-i-Martin acerca de ese fenómeno.

Y es que lo evidente a veces tiene trampa. Pero la trampa no viene de la información que uno tenga delante. Posiblemente esa información es correcta. La trampa viene de cómo leemos esa información y de cómo la interpretamos. Es decir, el engaño parte en muchas ocasiones de nosotros mismos.

Fíjese por ejemplo en el siguiente caso. Abajo tiene el gráfico, extraído de mi iphone, que explica la evolución de la cotización de Bank of America Corporation. Si usted está meditando hacer una inversión y se fija en la evolución de esta acción posiblemente, con esta información, decidirá que es un mal momento para comprar. Quizás piense, con una dosis de prudencia muy razonable, que ya ha subido bastante la cotización en el último año como para entrar en ese momento…..





En varias ocasiones he escrito en este blog acerca de los paradigmas, esos titanes inamovibles que pocos se atreven a desafiar. Los paradigmas no se estudian en ningún manual. No son materia escolar, universitaria o de postgrado. A veces se instalan en nuestras creencias a causa de la aproximación a expertos (abundantes) en manejarlos mañana, tarde y noche, es decir, que se sufre una suerte de efecto contagio. En otras ocasiones los paradigmas se establecen a causa de nuestra propia visión, limitada e indolente, ante lo que tenemos delante.

En el Expomanagement de Madrid 2009 tuve la fortuna de escuchar a expositores muy interesantes como Bill George, Mario Alonso Puig (todo un descubrimiento para mí)Carly Fiorina, Felipe González, José María Aznar y George Kohlrieser. Este último habló de un concepto que durante todos estos años he tenido presente y que me ha acompañado de forma permanente: la visión periférica. Algo tan evidente y que sin embargo pareciera difícil de aplicar en el día a día de muchos profesionales. Tener los objetivos bien enfocados no significa tener la vista fija en un punto y caminar hacia él sin entender que hay un mundo muy complejo que gira y se mueve a nuestro alrededor a velocidades de vértigo. Mundo que, por cierto, afecta significativamente a esos objetivos en los que la vista está fija.

La visión periférica es un concepto apasionante. Acercándonos al pensamiento de Peter Senge y su visión acerca de que las organizaciones deben aprender, es evidente que la visión periférica ante una decisión tampoco debe llevar a incorporar más y más elementos en los análisis de manera que nunca se llegue a buen puerto o, por el contrario, se llegue a un embarcadero temible para cualquier empresa: la parálisis por análisis. No. Los extremos son casi siempre perversos y es conveniente no visitarlos si se puede evitar.

Vuelvo al ejemplo de la cotización de Bank of America Corporation para ahora, utilizando la misma fuente, detallar la evolución de los últimos 10 años de esa acción.




¿Diferente, no? El análisis y el estudio de la posible inversión ya no será tan evidente. Más elementos que considerar, entender y asimilar con el fin de tomar la mejor decisión posible. Es más, es posible que la inversión adquiera de inmediato un atractivo que unas líneas más arriba no pareciera tener. En todo caso, sin entrar en parálisis por análisis, será interesante leer algo más respecto a la situación de esa institución financiera cuando estalla la crisis tras la quiebra de Lehman Brothers, el 15 de septiembre de 2008. En fin, la historia siempre incorpora una "visión periférica" apasionante.

Personalmente me apasiona la historia. Y la historia de las organizaciones es absolutamente fundamental (soy categórico) para entender muchas de las situaciones que se viven en el momento presente. La historia de una empresa es uno de los mejores aliados en el camino de establecer desafíos de largo plazo.

En todo caso, no nos dejemos manejar por paradigmas y no caigamos en la trampa de la información excesivamente acotada. Es importante ampliar nuestra visión y entender que en nuestro propio equipaje de información posiblemente encontraremos alguna experiencia que nos ayudará a "ampliar el gráfico" y entender que vale la pena seguir invirtiendo nuestro esfuerzo, compromiso y pasión en "una cotización" que quizás parezca alta….


Raúl Baltar





1 comentario:

  1. Quedan entonces unas preguntas importantes qué responder, o bien una única pregunta vista desde varios puntos de vista:
    - ¿Cuánta información es suficiente para tomar una decisión?
    - ¿Cuánto análisis es suficiente para tomar una decisión?
    - ¿Qué nivel de incertidumbre estamos dispuestos a aceptar?
    - ¿Cuánto riesgo estamos dispuestos a asumir?

    Las respuestas dependerán de la situación, del impacto de la decisión a tomar. No soy psicólogo, sin embargo siento que cada persona (en el caso de las decisiones individuales) tiene un comportamiento homogéneo en cuanto a los criterios que selecciona para responder estas preguntas.

    Tampoco estoy versado en comportamiento organizacional o en sociología, pero creo que ampliando el panorama, las familias, las organizaciones, las sociedades, podrían también caracterizase con criterios relativamente homogéneos para tomar decisiones.

    En muchos casos estos criterios incluso están explícitos y documentados (las leyes de una nación, las normas de una organización, los mandamientos de una iglesia) pero también los hay implícitos en la cultura de cada grupo.

    Específicamente para las organizaciones, siento que en la medida que los criterios para tomar decisiones sean explícitos, estarán claras las variables que deben observarse. Focalizando los esfuerzos en dichas variables (sin perder de vista el resto del entorno) pueden acelerarse los análisis básicos de información, facilitando la toma de decisiones y finalmente agilizando la capacidad de cambio y adaptación de la organización.

    Finalmente, creo que la visión periférica debe permitir identificar qué variables deben integrarse a los análisis de información. Posteriormente podrían realizarse análisis de significancia que permitan determinar cuán importante es cada variable en los resultados.

    Siempre es un placer leer tu blog Raul, hasta la próxima.

    Rowdy Romero

    ResponderEliminar